Obedece a las órdenes «sientate» y «pata» siempre. Algunas veces trae la pelota cuando quiere jugar. Se inhibe ante el «no» y sabe comer en su lugar. Es muy activo y ágil, pero a la vez tranquilo cuando los de alrededor lo estamos. Es muy muy sociable y cariñoso. Su cara y mirada son súper expresivas, es fácil saber cómo se siente.