Es un pastor belga malinois muy especial, puesto que tiene un carácter muy tranquilo y afable. Sólo «prende la mecha» a la orden.
Disfruta mucho de las caricias y es excelente con otros canes. Me ayuda a equilibrar a otros perros en las modificaciones de conducta que hago.
No es apto para trabajo con gatos.
Tiene adiestramiento en obediencia básica, aparte de ciertas habilidades caninas como dar la pata, hacerse el muerto, ponerse de pie con las patas de atrás, chocar las manos, llamar al ascensor… y todo lo que se quiera hacer con él.