Inka.
El gato más mimoso y obediente que habréis visto jamás
Ha crecido junto a sus papis Juice, Cleo y su Tite perruno Gingo, al que quiere mucho y le encanta restregar la nariz con sus patas.
Aunque la madre le tenga un poquito de celos, entre su papi, Tite y yo (Vanessa) le hemos criado entre mimos y besos.
Inka es un glotón, da igual si es comida o no. Tiene la necesidad de probarlo todo, es de lo único que no se puede resistir. Bueno y a las caricias…
Quién le conoce no se explica como no le he dado a conocer, ya que se sienta como un nene y se deja coger sin resistencia. Cosa que a él le encanta.
Su color canela, sus cortas orejas y su colita torcida sobre su columna vertebral es lo que llama la atención visualmente.
Sin duda, es un gato muy bonito y peculiar.
Será un flechazo a primera vista.