Pumuki es sensible, prudente y muy muy cariñoso. Todos los que le conocen, se enamoran de él. Le encanta estar rodeado de personas, al principio es un poco asustadizo, pensamos que tuvo un pasado difícil. Antes de entrar a nuestra familia, vivió en un refugio y un poco antes de eso, se buscaba la vida por las calles sevillanas. Le apasiona correr, sí, le encanta correr muchísimo, lejos y muy rápido. También es friolero, le gusta mucho estar cerca del fuego y hemos descubierto que es muy protector, hace poco nos mudamos a una casita en el campo y resulta que ladra con mucha personalidad.
Pumuki es genial, nos encanta cuando pide mimos sin parar y también cuando se hace el independiente. Nos gusta tal cual es, con su perilla despeinada y sus ojos de filósofo.