Le encanta la montaña, correr sin parar, pero también es muy familiar, cariñoso y tranquilo! No es nada agresivo. Al jugar con otros perros, por pequeños que sean, Akiro es siempre quien se asusta en caso que el otro le saque los dientes, y no quien los saca. Es muy majo, aunque, como Husky, no puede aguantar sus ganas de perseguir animales en la montaña, y es el momento en que desconecta de todo el mundo.